La arquitectura actual está encarrilada en una banalidad duradera, que a veces se hace explícita mientras los arquitectos, muy serios, nos siguen mostrando renders y fotos. Ellos saben que serán olvidados a la vuelta de cinco años (una eternidad), pero se comportan como si tuviesen todo bajo control. Promueven números especiales de revistas o libros monumentales (que alguien, quizá, verá por encima), o exposiciones y conferencias con powerpoint. No es que tal arsenal sea nuevo, pero la era de la imagen vacía, como la vio Baudrillard, te recuerda que sin esas imágenes simplemente no existes. Con ellas sí pero sólo mientras llegan las siguientes.
Para algunos los cambios en la arquitectura actual se dan con gran rapidez. Deberían decir que es la caducidad de la producción reciente la que se ha acelerado como nunca. La avidez por ver las novedades responde a la necesidad de llegar antes de que sean tan viejas como el periódico de ayer, que sólo sirve ya para envolver pescado
"Cada vez que debo hablar de mi mismo me siento, en cierto modo confuso,me veo atrapado por la clasica paradoja que conlleva la proposicion ?quien soy? si se tratara de una simple cantidad de informacion, no habria nadie en este mundo que pudiera aportar mas datos que yo, no obstante al hablar sobre mi, ese yo de quien estoy hablando queda automaticamene limitado, condicionado y empobrecido de otro que soy yo mismo en tanto que narrador victima de mi sistema de valores, de mi sensibilidad, de mi capacidad de observacion y de otros condicionamientos reales. En concecuencia hasta que punto se ajusta a la verdad el 'yo' que retrato? es algo que me inquieta terriblemente. es mas me ha preocupado siempre" Quien soy?
2 comentarios:
Gracias por los comentarios Ivan, seguimos en contacto para darle fin a este proyecto.
La arquitectura actual está encarrilada en una banalidad duradera, que a veces se hace explícita mientras los arquitectos, muy serios, nos siguen mostrando renders y fotos. Ellos saben que serán olvidados a la vuelta de cinco años (una eternidad), pero se comportan como si tuviesen todo bajo control. Promueven números especiales de revistas o libros monumentales (que alguien, quizá, verá por encima), o exposiciones y conferencias con powerpoint. No es que tal arsenal sea nuevo, pero la era de la imagen vacía, como la vio Baudrillard, te recuerda que sin esas imágenes simplemente no existes. Con ellas sí pero sólo mientras llegan las siguientes.
Para algunos los cambios en la arquitectura actual se dan con gran rapidez. Deberían decir que es la caducidad de la producción reciente la que se ha acelerado como nunca. La avidez por ver las novedades responde a la necesidad de llegar antes de que sean tan viejas como el periódico de ayer, que sólo sirve ya para envolver pescado
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