26/6/07

Cuando era más joven estaba preocupado por el estilo, por la elegancia. Y hoy valoro más la naturalidad. Para poder resistir, para que los edificios permanezcan, es importante que las cosas se vivan como naturales. Un poco como ocurre con los animales, que cuando nadan mucho pierden las manos que se transforman en aletas. La naturaleza responde siempre de la manera más natural, con lógica. Y creo que antes yo hacía una arquitectura muy preocupada por ser coherente y que, sin embargo, respondía a un campo muy limitado de la realidad. Hoy he ido perdiendo el miedo a hacer cosas feas. No es que nadie quiera hacer algo feo de entrada. Es que para hacer cosas bonitas hay que perder el miedo a hacerlas feas.Eduardo Souto de Moura

3 comentarios:

Anónimo dijo...

para "leer un edificio" se tenga en cuenta una primera capa de sensación de las formas, una segunda de los detalles y una tercera de las superficies

Anónimo dijo...

sólo escribo sobre un espacio si éste tiene algo que decirme.dedicado a investigar el mundo a través de las formas arquitectónicas

Anónimo dijo...

"la tarea del arquitecto es abarcar toda la obra, empezando por las condiciones concretas y las impresiones sensoriales que éstas generan, hasta los recuerdos del lugar

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